LA INDEFINICIÓN DE MORENA EN QUERÉTARO
Por: Diego Parra García
Pero vaya, las campanadas ya suenan para algunos y para otros. El ¿notario? pudiera ser el abanderado, así lo ha mencionado en entrevistas una de las voceras de Celia Maya García con el sólido fundamento de que «el único es Arturo Maximiliano». Solo porque «lo dicen las encuestas». Lo canta descaradamente a los cuatro vientos, sin mediar sobriedad alguna.
Incluso Enrique Pozos Tolentino en charlas de café en cierto restaurante del centro histórico de la calle Madero ya opera en favor del expanista. Se reúne, hace llamadas y envía mensajes de voz recalcando que será Arturo. Nunca sabes quién está escuchando. Ya no se sabe si es soberbia o imprudencia. «El personaje más fifí de este país se llama Andrés Manuel», rezaba en su discreta plática. De las cosas que se entera uno pagando 30 pesos por un café.
Morena pierde fuerza, el desgaste que le provoca el Presidente es fuerte. Se antoja difícil siquiera que logre la representación en la totalidad de las casillas, cosa que PAN y PRI seguro tendrán en más del 90 por ciento cubierto para la capital. En Morena le cargarán la mano a la maquinaria electoral del Presidente: los servidores de la nación. No en balde hay brigadas ya operando en las colonias: Tepetate, Arquitos y Lomas de Querétaro; al menos eso se observó este fin de semana que pasó.
La delegación de Bienestar tratará de salvar a Morena de una derrota anunciada, porque el partido por si solo difícilmente podría estructurar un plan de acción para el día D. No le alcanza, hablando de recurso económico y de factor humano.
¿Rosa María Cordova? La maestra tiene los pies en la tierra, pero aún guarda la esperanza de que pudiera ser la elegida. Le apuesta a la posibilidad de un escenario similar al suscitado el 17 de diciembre en CDMX, con Mario Delgado levantando la mano de Maya García en vez de la de Gilberto Herrera.
Habrá una guerra muy sucia, sobre todo considerando que parte de la campaña se desarrollará de modo digital. Ya se observan pequeñas páginas operando, con pautas muy sospechosas. Ahí se revela quién trabaja para quien.
Ya falta menos.