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Por: Redacción

@MiDelegacionQro

El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, volvió a enmendar la plana a su equipo de trabajo, esta vez al Titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espirrú, al señalar que sí hubo corrupción en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

“Se engañó a la gente con un dictamen, haciendo creer que no se podía operar al mismo tiempo el aeropuerto de la CDMX y el aeropuerto de Santa Lucía. El Aeropuerto actual se iba a urbanizar se iba a convertir en una especie de Santa Fe, era un negocio para unos cuantos. Tenían estimado un costo para construir dos pistas nada más, un costo de 300 mil millones de pesos, que al final iba a resultar en un costo total de 600 mil”, dijo.

Sin embargo, durante una comparecencia en el Senado de la República, Jiménez Espirrú señaló que no se inició ninguna carpeta de investigación por actos probables de corrupción derivados de la revisión de los contratos del NAIM y explicó que esto no tendría nada que ver con la cancelación del proyecto, sino a su “excesivo costo” económico y ambiental.

“No se tomó a pie de ninguna manera en consideración, a un hecho probable de corrupción o de mal uso de los recursos; se tomó la decisión en función de lo que ustedes advirtieron que así y de la decisión de carácter técnico que encontramos”, señaló.

Cabe destacar que el proyecto se tenía previsto para terminarse en el 2024 con un costo superior a los 300 mil millones de pesos, el cual podría elevarse conforme pasara el tiempo.

“Aquello era un pozo sin fondo, hubiese sido un verdadero desastre, un elefante blanco, en donde hubiéramos hablado de una deuda enorme del país, en un aeropuerto que nunca iba a funcionar”, sentenció, al destacar que la indemnización por la cancelación ascenderá a 59 mil millones de pesos y no a 100 mil como se manejó.