TESTAMENTO DE JOSEFA VERGARA DEMUESTRA SU GENEROSIDAD

Por Verónica Piñón

@verimini


Santiago de Querétaro, Qro., a 3 de Junio de 2016.- Tras darse a conocer que el Teatro de la República pertenece a un particular y no al gobierno, las preguntas sobre el patrimonio que poseía Josefa Vergara y Hernández no se hicieron esperar, pues este recinto, antes llamado Teatro Iturbide le fue donado en reparación al daño luego de que el presidente Antonio López de Santa Anna le robará dos de sus propiedades, las haciendas El Ciervo y La Esperanza.

A continuación dejamos el testamento tal y como se publica en www.josefavergara.org el cual fue recabado por la historiadora, Lic. Beatriz Padilla Siurob, quien la describe como una gran benefactora, pues si bien poseía riquezas y bienes, antes de morir expresó que su último deseo era ayudar a los más necesitados.


TESTAMENTO DE MARÍA JOSEFA VERGARA HERNÁNDEZ

La información que recabé de esta gran benefactora, está basada en su testamento (de fecha 29 de diciembre de 1808), su memoria testamentaria (su fecha final fue en 14 de diciembre de 1808) y las añadidas a la memoria testamentaria (última fecha anotada por el escribano dando fecha de fallecimiento de la testadora, 29 de julio de 1809), principalmente, además de otros documentos adicionales como acuerdos del cabildo queretano, quien fungió como albacea testamentario.

Gracias al trabajo hecho por el escribano (ahora sería nombrado notario) Juan Fernando Domínguez, de quien se conocen once protocolos (escrituras matrices que guarda un notario), estuvo activo en Querétaro, entre los años de 1785 a 1827.

Este hombre de toda la confianza de Josefa y de su esposo José Luis Frías, reconocido por el albacea como amigo familiar de la casa de Da. María Josefa Vergara y Hernández, además de que fue un excelente asesor y ejecutor legal en todas las transacciones de compra venta de propiedades, así como de sus disposiciones testamentarias de ambos cónyuges, trabajo que fue reconocido por ella en su cláusula 7ª de su testamento y en otras más.

Josefa Vergara conocía perfectamente al Lic. Miguel Domínguez Trujillo, Corregidor de Querétaro, así como a los miembros del Ilustre Ayuntamiento de Querétaro de la primera década del siglo XIX, los que juraron el 24 de julio de 1809 en su sala de cabildo en sesión extraordinaria, cumplir con el encargo que ésta les dejó, ellos fueron:

1. Lic. Miguel Domínguez Trujillo, corregidor de letras y presidente del cabildo, quien luego sería acusado de conspirador.

2. Pedro Antonio Septién Montero y Austri, decano alférez real, quien luego sería acusado de conspirador.

3. Capitán Fernando Romero Martínez, además de regidor, alguacil mayor.

4. Lic. Ramón Esteban Martínez.

5. Capitán Manuel de la Llata Sáenz.

6. Antonio de la Cárcoba, quien fue comisionado por el Ayuntamiento el 4 de octubre de 1809, junto con el Marqués de la Villa del Villar del Águila y el cura de la Parroquia de Santiago, Vicario y Juez Eclesiástico de la ciudad de Querétaro Dr. José Rafael Gil de León Vértiz, para fundar el primer hospicio provisional que fue la primera obra que se hizo luego de fallecida Josefa Vergara.

7. Tomás Rodríguez, síndico personero del común, quien fuera amigo de Ignacio Allende y parte de la conspiración de Querétaro.

8. Domingo de Barasorda.

9. Francisco Guebara (sic).

10. Antonio Ramón de Güemez.

11. Antonio Lorenzo de Orgeni, ausente en ese momento.

12. Lic. José Ignacio Rincón, ausente por enfermedad.

11. Con asistencia del Lic. José Estrada Navedas, Procurador Mayor general. Siendo el escribano real Pedro Patiño Gallardo.

Algunos de ellos fueron renombrados y ricos miembros de la sociedad queretana, sin recibir salario por su encargo, siendo gente honesta y de recto proceder que ennoblecía al cabildo y al trabajo que desempeñaban, por lo que eran tenidos en altísimo concepto por la población en general.

Por lo anterior nos podemos dar cuenta del motivo por el cual Josefa nombra al Ilustre Ayuntamiento como su albacea perpetuo, sin paga o premio, indicándoles sus obligaciones en diferentes cláusulas del testamento como en su memoria testamentaria, las que lograron que su legado perdurara por muchos años a pesar de los vaivenes en la economía, la Guerra de Independencia, las intervenciones extranjeras, guerras y revoluciones que se sucedieron a lo largo del siglo XIX y primeras décadas del XX.

Gracias a la información que ella proporcionó en su testamento, sabemos datos de su vida, como el nombre de sus padres, Francisco Vergara y Rosa María Hernández; que tuvo un hermano Francisco, quien murió antes que ella, nombrándola su heredera y albacea testamentaria.

Menciona en su 3ª cláusula testamentaria que cuando contrajo matrimonio con José Luis Frías, ambos…no introducimos bienes algunos, pues cuando más cada uno tendríamos ochenta pesos. Por lo que entre ambos, juntaron más o menos, la cantidad de $160.00 pesos para fundar su vida en común.

Su esposo testó el 10 de enero de 1798, cuando ella contaba con 51 años de edad, dejándola como heredera universal y albacea, pues no tuvieron hijos, aunque sí muchos que adoptaron, los que eran llevados a su casa de la calle del Desdén, hoy calle Ignacio Allende sur # 16, en su tramo entre Pino Suárez y Arteaga, en donde se encuentra el jardín de niños federal Rosita S. de Chanes.

Además reconoce como de su propiedad, otras dos casas en la misma calle.

En su 29ª cláusula testamentaria menciona sus bienes raíces: la hacienda de Nuestra Señora de Buena Esperanza, así como sus seis labores principales: El Blanco, San Vicente, El Coyote, Vivorillas, La Caja y Esperanza, además de los ranchos Urecho y Cenizas.

Designó como principal sostén de sus obras a su hacienda de Buena Esperanza:

1) Una casa hospicio para mujeres y hombres impedidos para trabajar, así como para huérfanos, en los que se llevara un control documental de los infantes para que en dado caso pudieran ser dados en adopción y le pidió a su albacea que tomaran como modelo las casas de la ciudad de México, las de Madrid y otras y que les pidieran a los vecinos que socorrían a los pobres que invirtieran sus limosnas en beneficio y aumento de dicho hospicio. Que fue la primera obra que se puso en marcha a partir del 14 de agosto de 1809.

2) Una casa de recogidas (lugar en que vivían mujeres en clausura por penitencia, voluntad o forzadamente p. 780 Novísimo Diccionario de la Lengua Castellana), en donde prohibió que…durante las causas, pueda ningún juez poner en ella a ningún reo…

3) Un convento de enseñanza, así como cuatro escuelas para niñas, una en cada curato de la ciudad de Querétaro, así como una escuela para niñas y otra para niños en su hacienda y en cada una de sus labores.

4) Un pósito o depósito de granos para que los pobres pudieran comprarlas a precio razonable o regalado.

5) Josefa fue quien pagó el primer alumbrado público para las calles de Querétaro, mandando hacer a su costa los faroles y el pago a 15 guardas o serenos que los custodiaron, los encendieron y cuidaron del orden y seguridad pública, pidiéndole a su albacea que dictara las reglas que los rigieran.

6) Un Monte Pío con un fondo de $100,000.00 en efectivo, con su arca de tres llaves, al igual que el establecido en la ciudad de México, pidió que el Ayuntamiento hiciera su reglamento, siendo la primera institución privada de esta naturaleza en Querétaro.

7) Hospitales Provisionales cuando hubiera peste o enfermedad general en la ciudad de Querétaro, en los que se atendiera a mujeres y hombres, a los que les darían medicina, alimentos, atención, etc., según las instrucciones que ya le había dado a su albacea, el que pronto tuvo cupo completo con 154 pacientes, según se menciona en el acuerdo de cabildo de fecha 7 de octubre de 1813.

8) Que una vez al año les dieran una comida a los presos, compuesta por: sopa, olla o guiso de carne, tocino, garbanzos y otras cosas, principio o guisado que acompañara a la olla, como verduras, pan, tortillas y su dulce.

9) De forma visionaria prevé que si…con el tiempo fuese necesario introducir más agua en esta ciudad para beneficio y utilidad del público…por dichas obras su albacea pagaría los gastos y cualquier perjuicio que se ocasionara a los que poseían el agua para que no hubiera violencia, ni pleito alguno. También le encarga a su albacea que conservara su hacienda de la Esperanza en la mejor forma posible, que hiciera las obras necesarias para aprovechar el agua para la producción de granos.

10) Que una vez que se terminaran de hacer las otras fundaciones y obras, se construyera a su costa un convento de Religiosas

Agustinas Recoletas del señor San José en Querétaro o Mónicas, además de designar $72,000.00 para dotes de jóvenes que quisieran ser monjas y no tuvieran para entrar en él.

11) Dejó $1,000.00 como ayuda para la fundación del convento de Teresas como limosna.

12) Dejó $10,000.00 para el capellán de las monjas capuchinas de Salvatierra, pues en el testamento de su esposo de fecha 10 de marzo de 1798 gravaron su hacienda para el pago de dicha fundación.

13) Condonó todas las deudas a sus sirvientes que hubiera tenido en su casa y en su hacienda de Esperanza, para que…no se les exija ni cobren cualesquiera deuda con que se hubiesen separado de mi servicio…perdonadas hasta el presente día veinte de Julio del presente año de mil ochocientos nueve.

14) Les dio la libertad a dos de sus esclavas Manuela y a su hija Ignacia y que le dieran a cada una de ellas $200.00 por una sola vez.

15) Legó a la escuela gratuita de primeras letras de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, fundada por la Venerable Orden Tercera de Penitencia de N. S. P. S. Francisco, por ser ella Ministra Hermana Mayor de esa orden, $500.00 anuales, que con ellos se aumentara el pago del sueldo al maestro primero con $100.00, con $50.00 para aumentar su paga al maestro segundo y poner otro maestro con un sueldo de $300.00, destinando los $50.00 restantes en papel para los pobres infelices, los $25.00 en dicha escuela y los otros $25.00 en la de dibujo, fundada por el mismo Venerable Orden Tercero con el título de San Fernando, que ahora es la escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro en la esquina de Juárez y primera cuadra de Independencia.

16) Dejó como administrador de su hacienda a su sobrino Domingo Hernández con un sueldo anual de $1,700.00, le regaló en propiedad el rancho de Las Cenizas más $5,000.00 para habilitarlo y que cubriera las necesidades de él y de su familia, además de que su sobrino podría sembrar anualmente por cuenta de su hacienda Esperanza y en el común de las siembras, seis fanegas de maíz para que tuviera más alivio y atendiera con mayor empeño sus funciones de administrador.

Sin embargo, debido a sus malos manejos con el dinero, la producción de la hacienda, sus ausencias y renuencia a dar cuentas al Ilustre Ayuntamiento, además de haber reconocido que no sabía leer, escribir y hacer cuentas, fue removido como administrador y se le liquidó conforme le correspondía por acuerdo de su albacea con fecha 17 de mayo de 1810.

El 8 de marzo de 1814 el albacea resuelve cubrir los gastos para traer el fluido o vacuna contra la viruela que ya estaba en Jalapa y Veracruz, por lo que se libraron $500.00 para el viaje y $200.00 más para comprar un coche a Mariano Marcos Hernández Jáuregui, para ir a la ciudad de México con tres niños que recibieran las primeras dosis y al regidor Lic. Juan Nepomuceno Altamirano y al Dr. Manuel Soria como encargados de dicha comisión.

Durante el siglo XIX, el hospicio tuvo que abrir provisionalmente varias veces, hasta 1840 y en 1860 se estableció por un tiempo en la primera calle de Santo Domingo, en donde se encuentra el día de hoy, cambiando el nombre de la calle por el de Vicente Guerrero número 28.

En el año de 1842, el Gral. Antonio López de Santa Anna puso como gobernador en Querétaro, al militar Julián Juvera, quien reconocía que estaba subordinado al primero en lo político y en lo militar, por lo que fue obligado en 1843 a vender la hacienda de Esperanza a Cayetano Rubio, quien era amigo de Santa Anna; esa hacienda fue la base económica del hospicio y otras obras fundadas por Josefa Vergara; aunque se recibió el dinero de la venta, éste fue mal administrado.

En 1849, el Ayuntamiento de ese entonces, se hizo cargo de reanudar la construcción del coliseo que fue estrenado el 2 de mayo de 1852 con el nombre de Teatro Iturbide, cambiándoselo el Lic. José María Truchuelo Ruiz, el 5 de febrero de 1922, por el de Teatro de la República; en la construcción del teatro, se invirtió dinero del legado de Josefa Vergara.

Para el año de 1881, la carga que tenía de trabajo el Ayuntamiento de Querétaro, así como la movilidad anual de sus regidores que provocaba el cambio del personal comisionado para atender el legado y obras de Josefa Vergara, hizo que el albacea o sea el Ayuntamiento, renunciara a su cargo, poniéndolo en conocimiento del Ejecutivo del Estado de Querétaro Ing. Francisco González de Cosío, para que determinara lo que fuera más conveniente.

Por tal motivo, el gobernador mandó publicar el Decreto número 62, en el Periódico Oficial La Sombra de Arteaga número 34, Año XIV, del 31 de diciembre de 1881, ordenando en su artículo primero el cese del encargo del Ayuntamiento del legado dejado por Josefa Vergara, creando en su artículo segundo una Junta dividida en General y Menor Administradora, la General fue presidida por el gobernador y por seis vocales nombrados por el primero, tres como propietarios y tres como suplentes, con lo que se modificó por completo esta Institución Benéfica.

Tuvo otra reestructuración con el decreto publicado en el Periódico Oficial La Sombra de Arteaga del 13 de julio de 1989, siendo la última la publicada en el Periódico Oficial La Sombra de Arteaga número 53, del 24 de diciembre de 1992, en el que el gobernador Lic. Enrique Burgos García consideró que por haber evolucionado y cambiado el concepto de asistencia social, siendo ésta una obligación del Estado, se publicaba este decreto para velar por el justo beneficio de la obra pionera de asistencia social y privada de Josefa Vergara y Hernández, por lo que la regularizó y consolidó para su preservación y para incrementar el legado dejado por ella, con base a la Ley de Instituciones de Asistencia Privada para el Estado, publicada en el Periódico Oficial La Sombra de Arteaga del 30 de julio de 1992.

Con lo anterior, se le dio el marco jurídico que la creó y sustenta como la Fundación Josefa Vergara y Hernández, Institución de Asistencia Privada.

De acuerdo al testamento de Josefa Vergara quienes velaran por sus bienes debían cuidar el cumplimiento de su legado; y de acuerdo al cronista de la ciudad, Andrés Garrido del Toral, se tiene conocimiento que la Fundación busca vender el Teatro de la República para obtener recursos que le permita mejorar atención que brindan a niños, niñas, mujeres y hombres.

Hoy en día la Fundación Josefa Vergara y Hernández, I.A.P., es autosuficiente vía arrendamiento de su patrimonio en un 60 por ciento del costo total de su operación; el 40 por ciento restante lo consiguen mediante el trabajo de procuración de fondos entre particulares, iniciativa privada, organizaciones no lucrativas y dependencias de la administración pública.

La Fundación Josefa Vergara y Hernández, I.A.P., es la institución de ayuda sin fines de lucro más antigua del estado de Querétaro, gracias al legado de Doña Josefa Vergara y Hernández, Ilustre Queretana que heredo toda su riqueza para los más necesitados. El 22 de Julio se conmemoraron 203 años de la muerte de nuestra gran benefactora, mismo tiempo que se tiene trabajando con el objeto de cumplir con su voluntad testamentaria que a la fecha sigue siendo una obra viva.