DROGADICCIÓN EN LA ALAMEDA, PROBLEMÁTICA PENDIENTE



Por: Francisco Hernández

@PacoHernandez14

 

Querétaro, Qro a 6 de julio de 2016.- Tras el desalojo de comerciantes y el planteamiento gubernamental para recuperar la Alameda Hidalgo y sus calles aledañas, ha quedado de lado la presencia de jóvenes que sobre la calle de Pasteur, constantemente se encuentran en estado inconveniente e inclusive han perdido el pudor para drogarse a la vista de conductores y transeúntes.

En el marco del Día Internacional contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas, el número de denuncias ciudadanas por la situación del crucero de Pasteur ha crecido, no obstante la limpieza de este espacio ha expandido este problema a las zonas aledañas al Centro Educativo y Cultural Manuel Gómez Morín, donde un grupo de jóvenes pernoctan en las afueras de los comercios dedicados a la venta de pisos y azulejos. Ahí los jóvenes pueden comprar pegamento de azulejo y utilizarlo para elaborar la llamada ‘mona’, algo que ha comenzado a irritar a vecinos.

Detrás de esa problemática, hay grandes problemas que atender.

De acuerdo al Psicólogo, Víctor Hugo Arellano Rocha, Director del Centro de Integración Juvenil de Querétaro, con más de 20 años de atender temas de drogadicción, la situación que se presenta en la zona de la Alameda pone en evidencia la falta de oportunidades que como sociedad se están dando a niños y jóvenes en situación vulnerable.

“Los menores de edad que están en situación de calle, desafortunadamente están enfrentando 4 factores de muy alto impacto y de alto valor predictivo para el consumo de sustancias, tienen antecedentes de violencia, tienen antecedentes de abuso sexual, tienen antecedentes de consumo de sustancias en sus propias familias con alcohol, tabaco y otras drogas y están enfrentando problemas escolares y que de fondo, muy probablemente sea un problema de neurodesarrollo que se llama déficit de atención, son los factores de valor predictivo que se han identificado de una manera científica, no de creencia”, explica.

Retirar a los jóvenes con el uso de elementos de seguridad pública es una respuesta pobre. La respuesta ideal para poder enfrentar la drogadicción de jóvenes en situación de calle pasa por invitarlos a tomar atención psicológica gratuita otorgada por el SEDIF y el Centro de Integración Juvenil, sin embargo, esta acción debe de ser voluntaria por parte de los jóvenes.  

“Definitivamente la realidad es que los menores de edad, no todos los menores que están en situación de calle consumen, pero los que ya están consumiendo de manera temprana, seguramente han vivido una historia, donde configuran visión de sí mismos y de su mundo y generan mucha resitencia, han desarrollado compensaciones y comportamientos que no permiten aceptar ayuda y más con lo que ellos consideran que no es un problema”, dijo.

En su caso, el Director del Consejo Estatal contra las Adicciones, Guillermo Tamborrel Suárez, explicó que esta dependencia no puede intervenir en la zona, salvo para invitar a los jóvenes a tomar atención y no se ha realizado un acercamiento como tal para generar un diagnóstico.

“Nosotros tenemos la facultad y la responsabilidad de ofrecerles una alternativa y eso con muchísimo gusto lo hacemos, pero eso de que yo vaya y los obligue, eso no existe, si son menores de edad, la responsabilidad es básicamente de sus padres y en caso de que exista una denuncia, de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia. Las puertas están abiertas, los tratamientos y las intervenciones son gratuitas, no cuestan ni un centavo, lo hacemos con gente profesional, terapeutas con una larga experiencia”, dice.

La labor del CECA, ha incluido el concientizar a las tiendas para evitar vender inhalantes a estos jóvenes.

“Estamos buscando concientizar a todos aquellos tlapaleros, ferreteros para que no les vendan estos solventes o estos productos que contienen sustancias, uno muy socorrido es el pegamento de PVC y hay que destacar que hay marcas que han actuado con responsabilidad, me refiero a marcas que fabrican este tipo de pegamentos y les ponen elementos que les pican y que por lo mismo no son muy socorridos, hay otras marcas que lamentablemente no lo han hecho y obviamente son los que más venden y nos queda claro que se está mal utilizando, es decir no lo está utilizando un plomero”, añadió.

El primer acercamiento con la calle se da alrededor de los 10 años, pero el primer acercamiento con las drogas como el alcohol y el cigarro cada vez es a una edad más temprana. Este es un factor que puede hacer la diferencia, pues puede incrementar hasta cinco veces la probabilidad de que un menor de edad sufra una adicción al crecer.

“La edad de inicio, la edad del primer contacto está entre los 10 y 18 años, los menores de edad dejan de tener supervisión y nos han reportado que los menores van y encuentran en la calle oportunidades de socialización, oportunidades para comer, a veces antes de los 10 años y ahí encuentran también oportunidades de probar sustancias, a veces antes de los 8 años ya han probado tabaco, han probado alcohol, han probado inhalables, hay chicos que han probado por primera vez una sustancia a los 6 años”, dijo.

“Lo que están buscando es evadir una realidad, generalmente lo que están buscando es ante la impotencia de encontrar salida o respuesta a muchos dolores y a muchas inquietudes, lamentablemente los jovencitos buscan una salida por ahí, están buscando lo que no encuentran en su vida normal, lo están buscando en las drogas y no lo van a encontrar”, complementó Tamborrel.