COLUMNA

Con miras al Primer Informe de Gobierno del Presidente Municipal y como resultado de las acciones emprendidas por la administración  nos encontramos con distintos escenarios para quien el pueblo dio su voto de confianza en las pasadas elecciones, y es que si bien en Querétaro existe un sector de la población que aprueba sin reparo las decisiones del Gobierno como el rescate de la Alameda Hidalgo,  existen algunos otros que por el contrario se oponen categóricamente y  que no desaprovecharan el magno evento para hacerse escuchar con ese y muchos temas más, en este informe y en los que seguirán .   De esos grupos hablaremos hoy.

 Si usted es un asiduo lector de medios de comunicación,  activista social  o un  ciudadano común  que se involucra (que injusto llamarlo “común” cuando en estos tiempos un ciudadano que se involucra es  un acto heroico) no cabe  duda que  usted se sentirá identificado o hasta digno representante de alguno de estos grupos.

Permítame  presentar algunas  clasificaciones  que esta autora ha distinguido en nuestra demarcación, Querétaro,  y que en los próximos informes de gobierno podrían hacerse presentes, acuérdese de mí.

Los vulnerados

Grupos vulnerados históricamente, situémonos  las  personas que no tienen acceso a lo que usted y yo compartimos este día mediante un ordenador.  Estos grupos representan  las causas autenticas de lucha social: desigualdad,  escaso o nulo acceso a educación, vivienda,  seguridad social, servicios básicos,  agua potable, luz y drenaje. Sin embargo a pesar de ser los poseedores de las causas más autenticas en su mayoría se caracterizan por el desconocimiento de canales de comunicación efectiva para lograr un cambio real, son fácilmente enrolados con pseudo lideres que  conocen  igual o menos que ellos,  su educación formal es  limitada,  han reproducido patrones de miseria por varias generaciones, su participación en la vida pública es condicionada si es que tienen acceso a ella y  en caso de que se genere es con base en dádivas. De hacer presencia en los informes usted podría distinguirlos  fácilmente por portar  banderines, cartulinas, mantas con consignas y una que otra falta  de ortografía, si usted hiciera  el ejercicio de preguntar sus causas más de uno la desconocería. 

Los participativos

Ciudadanos activos que se involucran, proponen, son democráticos e institucionales, pueden ser de cualquier partido e incluso haber  apoyado en campaña al gobierno en turno (ojo: no militantes), pertenecer a Universidades,  Asociaciones Civiles, Asociaciones de Colonos, deportivas,   etc.  Son críticos,  creativos,  posen causas claras (legitimas o no),  educación formal, acceso a conocimiento global y a canales de comunicación efectiva, pueden ser agrupaciones o ciudadanos independientes convencidos de poder lograr un cambio real. A mi parecer uno de los grupos más respetables por su grado de compromiso y de manejo de información, sin embargo en ocasiones un poco ingenuos  ante la perversidad de los políticos y del Gobierno.  Por su alto nivel de compromiso y  criterio pueden ser  confundidos fácilmente con las “ardillas”. Actualmente no representan un riesgo real a la gobernabilidad en Querétaro,  ya que en su mayoría son mediadores y conciliadores,  las críticas son mediante redes sociales y medios de comunicación, pocas veces trasciende a las calles,  los miembros son rotativos y los eventos públicos aunque llegan a ser masivos cuando se convocan,  son ocasionales, sus estrategias mediáticas son efectivas y de gran impacto  por lo que no sería raro que un grupo reducido de aparentes “improvisados”  lleven a cabo acciones polémicas en los  próximos informes, recordemos una de las más recientes y populares en la ciudad: el lanzamiento de pantalones al Presidente Municipal.

Las ardillas

Este es el grupo más polémico y en el que  fácilmente cualquier ciudadano bien intencionado puede ser  enrolado. Posee casi los mismos elementos que los ciudadanos participativos, son críticos, creativos, etc. pero  con la diferencia de tener intereses políticos de por medio. Se manifiestan en medios de comunicación y redes sociales,  ejercen presión al Gobierno disfrazados de personas comunes y pueden eventualmente generar micro conflictos orquestados por ellos, se infiltran fácilmente en el Gobierno  porque conocen el actuar y manejo de la administración pública.   Tienen causas claras y otras no tanto pero estas últimas  son sobredimensionadas en contra del Gobierno, son agresivos, cínicos, irreverentes. Revelan en su mayoría verdades ácidas de una manera que influyen morbosamente en la conciencia colectiva, reitero,  pueden ser causas reales o con poco sustento pero siempre tendenciosas.  Son las voces difíciles de callar ya que actúan como oposición.  Es probable que de hacer presencia en los próximos  informes sea como lo mencionamos disfrazados, camuflajeados entre los grupos vulnerados y los ciudadanos participativos.  Esos si, no se harán esperar las asiduas críticas negativas posteriores al informe, ya sea por el peinado del alcalde, el helicóptero, el árbol caído  o el Brexit.

Sean los vulnerados, los participativos o las ardillas, lo cierto es que los veremos muy activos  en días próximos, delo por hecho, y no dude que más de algún gobernantes se moleste por las expresiones populares, haciendo rabietas y hasta cortando cabezas.  Lo cierto es que una democracia requiere la participación de todos,  tanto en  la vida diaria como en los eventos protocolarios en donde se materializa el actuar  de quienes contratamos para Gobernarnos; preocupémonos el día en que no haya ciudadano manifestándose en las calles, el día que nadie levante la voz y que la indiferencia o el miedo se adueñen de las  causas sociales.

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