LLAMA LA ONU DHH A NO CRIMINALIZAR A LAS MUJERES DEL 8M
Por: Redacción
@MiDelegacionQro
La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión
(RELE) y las presencias de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos en América Latina (ONU Derechos Humanos),
hacen un llamado a los Estados de la región a proteger a las mujeres en el
contexto de las protestas pacíficas y su participación en los movimientos
feministas, acción esencial para la plena vigencia de la democracia y el Estado
de derecho; ello en el marco del mecanismo de acciones conjuntas para contribuir
a la protección de las personas defensoras de derechos humanos en América.
La CIDH, su RELE y ONU Derechos
Humanos han observado en varios países de la región el incremento de protestas
sociales lideradas, o en las que han participado grupos de mujeres, jóvenes y
niñas, incluyendo manifestaciones exigiendo igualdad de género, y contra la discriminación
y la erradicación de las distintas formas de violencia contra las mujeres. Sin
embargo, advierten con preocupación que, en el ejercicio del derecho a la protesta
y reunión pacífica, frecuentemente son reprimidas de manera violenta por parte
de integrantes de las fuerzas de seguridad, así como por actores privados.
Según la información recibida, en
el marco de las protestas lideradas por mujeres o que involucran movimientos
feministas en la región, se habría registrado en varias situaciones, hechos que
van desde un uso excesivo de la fuerza, criminalización, estigmatización, intimidación
y amenazas, detenciones arbitrarias, uso indebido del derecho penal, hasta
violencias de género y violencia sexual, así como ataques contra la vida e
integridad de mujeres defensoras de derechos humanos.
Asimismo, en el actual contexto
de emergencia sanitaria por COVID-19, las restricciones a la libertad de circulación
y de reunión pacífica plantean dificultades adicionales respecto de las formas
tradicionales de organización y acción colectiva y, en ocasiones, trasladan las
actividades de defensa y promoción a plataformas en línea u otras redes de
apoyo. En este contexto, la CIDH, RELE y ONU Derechos Humanos observan con
preocupación un aumento en el uso de tecnologías de la información para desacreditar
a las mujeres defensoras y su labor, así como para incitar a ejercer abusos contra
sus derechos.
En tal sentido, la CIDH, su RELE
y ONU Derechos Humanos exhortan a los Estados de la región garantizar que toda
restricción a la libertad de expresión y al derecho de reunión pacífica,
incluyendo en el contexto de la pandemia, se ajuste a los estándares y normas internacionales
y regionales de derechos humanos.
Las mujeres defensoras juegan un
papel fundamental en el desarrollo democrático de la sociedad, en el acceso a
la justicia y el fortalecimiento del Estado de derecho, así como en la vigencia
y el avance de los derechos humanos y la protección del medio ambiente. Por
ello, instan a los Estados, a cumplir con su deber de crear y proteger, en la
ley y en la práctica, un entorno propicio para el disfrute de estos derechos
con un enfoque diferenciado para la protección de las mujeres, niñas y
adolescentes que les permita participar activamente y significativamente y en
condiciones de igualdad en la promoción y la protección de los derechos
humanos.
Adicionalmente, ambos organismos
tienen importantes preocupaciones por la seguridad de las mujeres en situación
de especial vulnerabilidad que se organizan y movilizan en contextos rurales,
de las mujeres indígenas, afrodescendientes, con discapacidad, refugiadas y
migrantes, de las mujeres que defienden los derechos de la población LGBTI , la
igualdad de género, los derechos sexuales y reproductivos o el medio ambiente.
Es importante destacar el impacto
diferenciado y desproporcionado que los ataques, las campañas de estigmatización,
las restricciones y las prácticas represivas tienen sobre las mujeres, las
niñas y las adolescentes por cuanto muchos de los hechos de violencia ejercidos
en su contra lesionan y violentan su condición de género. Estos actos generan
un contexto de miedo y un efecto disuasivo en actividades de defensa de los
derechos humanos o en los asuntos políticos, lo cual contribuye a perpetrar
patrones de exclusión.
Finalmente, la CIDH, su Relatoría
Especial y ONU Derechos Humanos hacen un llamado a los Estados para que
garanticen el derecho a la protesta de las mujeres defensoras. A su vez, deben
adoptar medidas especializadas para erradicar los patrones estructurales de
discriminación por razones de género. Asimismo, los Estados deben velar para
que, en las investigaciones de actos de violencia en contra de las mujeres
defensoras, las autoridades judiciales refuercen la debida diligencia, así como
la incorporación de un enfoque diferenciado de género a lo largo de la investigación,
juzgamiento, sanción y reparación de los delitos en contra de las mujeres
defensoras.