DESMIENTE INVESTIGADORA USO DE HORMONAS EN POLLOS

Por: Redacción

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La investigadora del Instituto Nacional Avícola (INA), María del Pilar Castañeda, desmintió que el uso de hormonas de crecimiento en la crianza de pollos en México, Estados Unidos y América Latina, lo cual es una creencia que se ha vuelto común entre la población.

En su libro “El pollo, mitos, realidades y beneficios”, la investigadora explicó que es común que los clientes comparen el tamaño de los pollos que se venden en diferentes locales como rosticerías el cual suele ser más pequeño, comparado con los que venden en los expendios de pollo como mercados.

En realidad, Pilar Catañeda explicó que el tamaño de los pollos depende de los días que permanecen en las granjas.

“El tamaño del pollo depende del tiempo de granja, si lo dejo 49 días sigue creciendo y desarrolla masa muscular con un peso mayor y entonces tenemos el pollo tipo mercado público y a los 35 días es un pollo más chico, su tamaño y peso menor y es el pollo que llamamos rosticero esos son los dos tamaños que siempre vemos comercialmente”, dijo.

Para descartar totalmente la teoría sobre el uso de hormonas que serían nocivas para el consumo humano, la experta señaló que este tipo de tratamientos, normalmente necesitan meses para causar un efecto e impactar el tamaño de los animales, por lo que en un periodo de producción de 49 días, sería imposible que se tuvieran los resultados esperados.

“Este mito de las hormonas, desafortunadamente es el más arraigado, no solo en nuestro país, sino en Estados Unidos y América Latina, uno de los factores que se relacionan con la idea de las hormonas es el tamaño del pollo, las amas de casa relacionaban un pollo grande con el uso de hormonas por eso es importante entender que el tamaño de los pollos depende del número de días que permanecen en la granja pero además hay un factor económico fundamental que es muy fácil de entender que no se han utilizado hormonas en la producción porque no tienen aspecto sobre el pollo de engorda porque su ciclo es muy reducido y las hormonas necesitan un periodo más prolongado y una vida más larga para desarrollar”, destacó.

Finalmente, destacó que el pollo es el tipo de carne más consumida por los mexicanos, con un estimado anual de 34 kilogramos per cápita y contiene componentes nutricionales de alta calidad, fácil digestión y bajo en grasas.